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martes, 22 de abril de 2008

Los rusos también saben


Guardianes del día
(2007)

La serie de carteles que han creado los diseñadores encargados de la promo de Guardianes del día es para caerse de culo. Si me he pasado tiempo clamando al cielo por la maestría de los orientales a la hora de crear posters impresionantemente bellos para promocionar sus películas, ahora tengo que decir que los rusos no se quedan cortos y han logrado sacarse de la manga una estética equiparable a la de la primera parte de la trilogía de Guardianes de la noche, con esa ambientación oscura y macabra que le daba ese toque tan especial.

Guardianes del día toma el relevo de la historia sobre la lucha entre las fuerzas del bien y el mal donde la dejamos, con un prólogo que nos explica la leyenda de la Tiza del Destino dejándonos sin aliento. Antón (protagonista de la saga) sigue luchando en la guerra entre las fuerzas de la Luz y la Oscuridad acompañado por Svetlana, una aprendiz que tiene el potencial para convertirse en una maga de primer nivel y su hijo, el elegido que inclinará la balanza haciendo de las suyas junto a los otros guerreros de la oscuridad, rompiendo la tregua cuando quiere. Una gran conspiración en contra de los guerreros de la luz por la búsqueda de la Tiza motivará a Antón a luchar por recuperar este aparato capaz de restaurar la vida en un Moscú devastado tras el primer enfrentamiento . Al igual que sucedía en la primera parte, Guardianes del día plantea una trama un tanto complicada y confusa, pero con nuevos personajes en ambos bandos y un desarrollo de los hecho para nada previsible, a base de sorpresas y efectos especiales a mansalva que nada tienen que envidiar a los carísimos efectos hollywoodienses y que te hacen soltar blasfemias como “putos rusos” en varios momentos de la película.

Si Guardianes de la noche tuvo más detractores que seguidores en el momento de su estreno, Guardianes del día tiene la desgracía de seguir los mismos pasos, y es que ambas películas o las amas o las odias, no hay término medio. Por nuestra parte, los que nos confesamos fans de la primera parte y absolutos discípulos y seguidores del director ruso Timur Bekmambetov, seguiremos sus pasos de cerca hasta completar la trilogía con Guardianes del crepúsculo, tercera parte de la serie de best-seller escrita por Sergei Lukyanenko, que según se comenta, ya está rodada y preparada para estrenarse el año próximo. Y no es por pasarme de rosca, pero he leído críticas que la etiquetan como “ la trilogía digna de ser sucesora de Matrix ”. Que conste que no lo digo yo.

Y es que Timur Bekmambetov se ha convertido con estas dos películas en un visionario capaz de elevar esta saga hasta el punto de ser considerada como una pieza de culto, y los americanos se han percatado de qué va la historia y han contratado al director para la adaptación de Wanted, el comic de Mark Millar, con Angelina Jolie y Morgan Freeman como actores principales y que está apuntito de estrenarse.

domingo, 13 de abril de 2008

Ella es mi Rushmore


Academia Rushmore (1998)


La primera entrega de lo que quiere ser una cutre-autopsia de la carrera cinematográfica de Wes Anderson se llama Academia Rushmore, una de las películas más raras del director en tono de comedia dramática inusual, que le ha consagrado como uno de los directores más originales dentro del cine independiente.

Academia Rushmore nos cuenta la peculiar historia de Max Fsicher, un joven estudiante rebelde de Rushmore, una de las escuelas más prestigiosas del país, el Sr.Blume, un multimillonario amargado padre de uno de los compañeros de clase de Max y una profesora infeliz, la Srta. Cross, de la que ambos están totalmente enamorados. Estos tres personajes forman la conjunción perfecta y poseen toda la originalidad necesaria para enrtar a formar parte de una galería de freaks, genios o inadaptados a la altura del Steve Zissou de Life Aquatic.Es el particular bestiario de Wes Anderson.
Intentemos imaginar durante dos horas que el protagonista tiene 15 años en lugar de los más que evidentes 18 que parece tener, y que su mejor amigo es un Bill Murray millonario accionista de la escuela a la que asiste el joven protagonista. Algo que puede parecer absurdo de pronto se convierte en algo genial. Si a alguien hay que agradecérselo a parte de a Anderson, es a Bill Murray, quien está tremendo interpretando a Herman Blume en un papel decadente y absolutamente penoso, pq no hay nada más patético que tener como amigo a un niño de 15 años cuando tu eres un cincuentón, y encima que no te den un Oscar por ello. Jason Schwartzmann, quien más adelante aparecerá en Spun y en la Marie Aantoniette de Sophia Coppola, es la revelación, y esta estupendo como Max Fischer, al que dota de un carisma y una personalidad envidiable. Acertado es pensar que Fischer y Blume podrían ser la misma persona en distintos momentos de la vida y que por eso se enamoran de la misma persona.
Los silencios entre miradas que lo dicen todo son el detalle clave de esta comedia inteligente , que se nutre de las conversaciones sinceras y profundas que mantienen los personajes durante toda la película. Diálogos breves en los que se entrecruzan los sentimientos de dos hombres ( bueno, un hombre y un niño) que, pese a ser amigos, se enfrentan por conseguir a la profesora más dulce del campus, Olivia Williams. "Ella es mi Rushmore" "también es la mía...", palabras que cruzan los dos personajes en un momento perfecto.Wes Anderson y Owen Wilson han conseguido entrecruzar en el guión de Academia Rushmore una dramaturgia perfecta, la comedia y el drama encajadas como las piezas de un puzzle perfecto. Eso si, hay que coger todos sus elementos con ganas, no es fácil entrar en esta película a menos que padezcas el síndrome de Peter Pan. Por que Max Fischer también tiene una mitad de nosotros mismos. Su sufrimiento por el del primer amor, y con ello, la primera renuncia. Él y todos sus compañeros de reparto son protagonistas de los sueños frustrados que rodean nuestra propia vida.

"Cuando un hombre, por la razón que sea, tiene la oportunidad de llevar una vida excepcional, no tiene derecho a guardársela para sí mismo"