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lunes, 28 de julio de 2008

Apocalipsis punk


Doomsday: El día del juicio (2008)

Y lo que me gustan a mi las películas apocalípticas que siembran la duda sobre lo que nos deparará el futuro y que lo pintan todo más negro que el sobaco de Diana Ross. La de tiempo que llevaba esperando que se estrenase Doomsday, que por lo menos me he descargado cuatro fakes en el intento de querer verla antes que nadie pq no quería esperar más. Hasta una película de dibujos de Superman en la que por lo visto se muere o algo así, no terminé de verla, que a mi la Marvel y DC me dan bastante igual.

Neil Marshall es el cabecilla de todo este proyecto, llámalo película llámalo broma, que se ha sacado de la manga generando opiniones de todo tipo y reacciones diversas en todas las salas en las que se pasa, que al fin y al cabo es lo que interesa, que una película no te deje indiferente. Este tío después de dirigir dos peliculones como una catedral como son Dog Soldiers y The Descent, se atreve ahora con un filme apocalíptico que mezcla el cine de acción, el terror y el cyberpunk sin ningún tipo de vergüenza ni norma preestablecida.
Metemos en un mismo saco 28 semanas después, Mad Max, Excalibur, Underworld y Resident Evil y tachan!: Doomsday. Eso si, mezclado, nunca agitado. Tenemos un país en el que unos cuantos han empezado a mutar en zombies, el ejercito se pone chulito y empieza a pegar tiros a cascoporro, con lo que la situación se les va de las manos y no queda mas remedio que levantar un muro de miles de kilómetros para que los pobres desgraciados infectados se maten entre ellos o levanten una civilización zombie o algo. 35 años después un satélite capta movimiento en esa zona, por lo que si existen supervivientes debe haber una cura. Los ingleses, acojonados pq se les han colado unos zombies en Londres, deciden mandar a una mezcla de Angelina Jolie en Tomb Rider y Kate Beckinsale en Underworld, con uno ojo biónico que ya querría la T3000, para encontrar una cura (o algo) al otro lado del muro. Para ello le montan un séquito para hacer bulto, en el que no pueden faltar unos militares, unos científicos y un negro, por supuesto. Cuando llegan a Glasgow aparecen de la nada un ejército de punkis caníbales con tatuajes de mentira a los que les va la caña sadomasoquista y que tienen un autobús tuneado como los Turnbull de The Warriors, que se los quieren comer pasaditos por la parrilla, y que les van a perseguir hasta que se aburran. La tía del ojo biónico, que es sobrehumana y no se muere nunca ni se despeina aunque la masacren a tiros, consigue escapar con los amigotes que le quedan vivos y un pseudo Robin Hood que se encuentran por el camino y que les guía hacia un túnel que, sin saber como, la lleva a un bosque en el que viven más supervivientes. Pero a estos no les va el rollo duro, sino que viven cuales caballeros de la mesa redonda con sus torneos y sus lanzas, pq cada uno ha evolucionado a su ritmo. Y podría contarlo todo, pero mejor que la veáis pq no tiene desperdicio. Si llegados a este punto no se os está haciendo la boca agua es pq estáis poniendo límites a vuestra imaginación.

Doomsday
le pega un repaso a todos los géneros cinematográficos en un abrir y cerrar de ojos con morro, mal gusto y con un guión de mentira en el que reina la acción, el descontrol junto con el gore y la mala leche que ya estaba presente en las anteriores películas del Marshall. Rhona Mitra (que me sonaba de algunos capítulos de Nip Tuck) interpreta a esta especie de Ripley/Terminator que se carga a todo dios a base de tiros y patadas imposibles, Bob Hoskins es su mano derecha, el padre que nunca tuvo y el actor que no sabemos muy bien lo que pinta en esta peli, igual que Malcolm McDowell o Alex Siddig, por nombrar a algunos de los actores que forman el reparto, que os aseguro que es lo de menos.La clave de Doomsday está en no tomársela en serio y disfrutarla a tope, algo que harán los fans del cine fantástico al reconocer todos y cada uno de los planos calcados de películas míticas del género; 1997 Rescate en NY, The Warriors, Mad Max (sólo falta alguna referencia a Regreso al Futuro o Jurassic Park). Precisamente por eso Doomsday va camino de convertirse en una película de culto de serie z, aunque tiene unos efectos especiales más que decentes: decapitaciones, amputaciones de miembros a mansalva, empalamientos, freiduría de carnes humanas…un festival bizarro de cagarse.

En resumen, que si no sois tan anormales como una servidora, no la vayáis a ver pq vais a salir del cine con ganas de matar a la taquillera y a su puta madre. Si por el contrario sois unos frikones amantes del caos, esta es vuestra película. Disfrutad a tope y no os olvidéis las palomitas. Nunca el fin del mundo había sido tan divertido.