Hannibal: El origen del mal (2007)
Hannibal Lecter vuelve a colarse en las pantallas de cine te todo el mundo para mostrarnos su vida de adolescente y cómo se dio su primer contacto con la carne fresca. ¿Utilizó cuchillo y tenedor o a mordisco limpio? Le dio una indigestión al día siguiente? Por mucho que nos planteemos algunas de estas cuestiones, lo que deberíamos preguntarnos es ¿realmente hacía falta esta película? Está claro es que las precuelas están de moda. Pensemos en Batman Begins , donde Christopher Nolan nos contaban como Bruce Wayne se convirtió en superhéroe o en Casino Royale donde nos destapaban el verdadero pasado como mercenario de un James Bond oxigenado.
La historia del joven Lecter comienza en Europa de Este tras presenciar la violenta muerte de sus p
adres, dejándolo como único responsable de su hermana. pequeña. Este horrible acontecimiento parecerá poca cosa en comparación de las atrocidades que verá después y que cambiarán su vida para siempre. Está vez Peter Webber se atreve a mirar atrás en el pasado del asesino caníbal más famoso de la historia e intenta explicarnos el por que de su peculiar afición, cuando no había ninguna necesidad y el personaje Hannibal Lecter merecía ser recordado en la piel del magnífico Anthony Hopkins. Hannibal: el origen del mal trata de manera sobria y elegante los primeros pinitos de Lecter como asesino, justificando su comportamiento con el típico trauma infantil que suelen padecer todos los asesinos cinematográficos desde Jason Vorhees a Leatherface. Muy a mi pesar Peter Webber ha elaborado una película lenta hasta la saciedad, seria y sin una pizca de cinismo pero con mucha elegancia, dejando de lado la escabrosidad para mirar en el interior de Lecter y descubriendo que el origen de todo se esconde en el afán de venganza.
Gaspard Ulliel interpreta a un Hannibal Lecter que apunta maneras de modelo de Hugo Boss y que representa al asesino psicópata con mayor éxito del que cabía esperar, mostrando su lado inhumano a la vez que enamoradizo sin acabar de convencerme del todo, aunque en algunos momentos su rostro sea capaz de transmitir verdadero terror. Junto a él Gong Li interpreta el papel femenino, el talón de Aquiles de un Lecter que descubre lo que es el amor por primera vez y que se ve obligado a elegir entre sus dos pasiones: la carne o la chica.
A años luz de El silencio de los corderos, Hannibal: el orígen del mal es una película floja y sin ingenio, totalmente gratuita, como lo fue El dragón rojo y aburrida casi en su totalidad. De esas películas que sales del cine y no sabes si comentar el traje que llevaba la china o lo bonitos que eran los títulos de crédito, pq por mucho que exprimas, es una naranja sin jugo.
La historia del joven Lecter comienza en Europa de Este tras presenciar la violenta muerte de sus p
adres, dejándolo como único responsable de su hermana. pequeña. Este horrible acontecimiento parecerá poca cosa en comparación de las atrocidades que verá después y que cambiarán su vida para siempre. Está vez Peter Webber se atreve a mirar atrás en el pasado del asesino caníbal más famoso de la historia e intenta explicarnos el por que de su peculiar afición, cuando no había ninguna necesidad y el personaje Hannibal Lecter merecía ser recordado en la piel del magnífico Anthony Hopkins. Hannibal: el origen del mal trata de manera sobria y elegante los primeros pinitos de Lecter como asesino, justificando su comportamiento con el típico trauma infantil que suelen padecer todos los asesinos cinematográficos desde Jason Vorhees a Leatherface. Muy a mi pesar Peter Webber ha elaborado una película lenta hasta la saciedad, seria y sin una pizca de cinismo pero con mucha elegancia, dejando de lado la escabrosidad para mirar en el interior de Lecter y descubriendo que el origen de todo se esconde en el afán de venganza.Gaspard Ulliel interpreta a un Hannibal Lecter que apunta maneras de modelo de Hugo Boss y que representa al asesino psicópata con mayor éxito del que cabía esperar, mostrando su lado inhumano a la vez que enamoradizo sin acabar de convencerme del todo, aunque en algunos momentos su rostro sea capaz de transmitir verdadero terror. Junto a él Gong Li interpreta el papel femenino, el talón de Aquiles de un Lecter que descubre lo que es el amor por primera vez y que se ve obligado a elegir entre sus dos pasiones: la carne o la chica.
A años luz de El silencio de los corderos, Hannibal: el orígen del mal es una película floja y sin ingenio, totalmente gratuita, como lo fue El dragón rojo y aburrida casi en su totalidad. De esas películas que sales del cine y no sabes si comentar el traje que llevaba la china o lo bonitos que eran los títulos de crédito, pq por mucho que exprimas, es una naranja sin jugo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario