El caballero oscuro (2008)

Me reafirmo en las palabras que salieron de mi boca justo dos segundos después de que la voz del Comisario Gordon cerrase el filme: "hostia puta, que maravilla".
Completamente anonadada, extasiada, impresionada, maravillada y satisfecha salí de ver
El Caballero oscuro, una sensación similar a la que sentí hace 15 años cuando mis padres me arrastraron al cine a ver el primer
Batman de
Tim Burton. Por muchas razones era la película más esperada del año, en mi caso por que
Batman siempre ha sido mi super héroe favorito y tenía todas las esperanzas puestas en
Christopher Nolan para que lograse crear la película de superhéroes definitiva, y así ha sido. El reto del director inglés no era superarse a si mismo ni a
Batman Begins, ni siquiera era hacer un retrato fiel del
Batman de los cómics - que no he leído - y que los fans más puretas estaban esperando. El reto de
Nolan era conseguir unir en la misma película todo lo que pudiese provocar en el espectador un estado de catarsis perenne que terminase en la más pura satisfacción simplemente disfrutando del cine y, sin ninguna duda, lo ha conseguido.

Con
Batman Begins como el inicio cinematográfico del superhéroe en su labor de justiciero enmascarado de Gotham,
EL caballero oscuro debía ir un paso más allá en cuanto a acción, evolución de los personajes y aparición de nuevos villanos, y en estos tres aspectos,
Nolan logra una resolución pe

rfecta. Gotham City toma un aspecto más realista, asemejándose más la ciudad de Nueva York que la Gotham oscura y tenebrosa de
Tim Burton, algo que podrá desagradar a muchos pero que yo personalmente valoro como algo positivo. Si
Bruce Wayne le roba minutos en pantalla a
Batman es por el simple motivo de mostrarnos a un
Batman más humano y cercano, más de carne y hueso que de polieuretano o lo que sea de lo que esté hecho su traje. Claro está que eso no le quita que es un superhéroe y que, por lo tanto, debe comportarse como tal. Muchos han criticado el despliegue tecnológico que
Batman tiene a su disposición, que más bien parece sacado de
James Bond que de una película de superhéroes, pero recordemos que
Batman tiene a su disposición todo el capital de Gotham, que el señor
Morgan Freeman trabaja para él y que
Bruce Wayne es archimillonario. Con estas condiciones, lo único sorprendente es que no sea capaz de teletransportarse, por que ya es lo único que le falta.
Nolan podría haber profundizado más en aspectos como la modificación del bat-traje, pero todo lo que fuese quitarle minutos en pantalla a
Heath Ledger es tiempo perdido.
La muerte de
Head Ledger avivó los comentarios e hizo crecer la expectación ante lo que nos iba a deparar el nuevo
Batman, y como no, el nuevo
Joker, que se temía quedar eclipsado por la tremenda interpretación de
Jack Nicholson en el 89. Desafortunadamente, lo mejor que hizo
Ledger es morir tras el rodaje de
El caballero oscuro porque su actuación quedará ahí como algo magnífico y brillante. Recordemos que al final de
Batman Begins se aparecía la figura del
Joker como un personaje cercano a
Batman, ya que los dos compartían el mismo gusto por la farándula y el espectáculo, uno a cara cubierta y el otro con el maquillaje corrido. El personaje del
Joker, interpretado a las mil maravillas por un
Head Leadger discretito en sus anteriores papeles, tiene todas las papeletas para ser el alter ego de
Batman, que realmente no es
Bruce Wayne, sino un
Joker reprimido en un traje de murciélago.
Batman y su antagonista
son la misma persona caminando por distintos senderos. Lo que Christopher Nolan quiere dejarnos bien claro es que el
Joker está loco, que es un demente de los pies a cabeza, por lo tanto, una víctima tanto de su pasado como de su presente. EsAlguien que disfruta sobremanera tanto con la destrucción de todo lo que hay a su alrededor como de la suya propia. Es la representación humana del caos.

La dirección de
El caballero oscuro es impecable en todos los sentidos. El guión permite que los personajes lo den todo de ellos mismos, que las subtramas se entrecrucen y no pierdan interés en ningún momento, maginificando a los personajes hasta dotarlos a todos y cada uno de ellos de su propio clímax, todos tienen su momento. Desde
Harvey Dent hasta el
Comisario Gordon, pasando por el mafioso interpretado por
Eric Roberts, el hermano de Julia. Hasta
Cillian Murphy tiene su minuto de gloria interpretando al
Espantapajaros en una escena inicial tan caótica como desconcertante. Quizá
Gary Oldman se merece una mención especial por su interpretación y a
Harvey Dent deberían haberle dejado explayarse un poco más en su papel de dos caras, que para mi gusto, queda un poco en segundo plano, se estaban excediendo en el metreje y decidieron cortar por lo sano.
Christian Bale siempre correcto en la ejecución, sigue bordando a
Bruce Wayne y a
Batman, aunque nunca entenderé por qué se empeñan en doblarle como si estuviese poseído por el mismo diablo. Acertada también el relevo de
Maggie Gyllenhaal por
Katie Holmes, discretitas ambas en sus papeles pero mucho más eficiente la hermanisima del vaquero gay que no la señora
Cruise, que está visto que no saldrá en la vida del cuerpo de
Joey Potter.
El caballero oscuro ha dejado muy alto el listón de las películas de superheroes, tanto que no se si ninguna será capaz de superarlo. Sólo hay que mirar atrás y recordar cosas aka bodrios como
Spiderman 3,
Spawn o
Los 4 fantásticos para llevarnos las manos a la cabeza y clamar al cielo para que alguien lance la bat-señal y
Batman descienda a pegarles de hostias a todos.