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miércoles, 13 de agosto de 2008

Sweet Mandy Lane


All the boys love Mandy Lane (2007)

Mandy Lane es tan guapa que se da miedo a ella misma. Es el centro de las miradas y el objeto de deseo de todos los chicos del instituto, pero sólo su mejor amigo Emmet tiene el privilegio de acercarse a ella, algo que saca de quicio al resto de buitres que revolotean a su alrededor en sus flamantes coches pagados por papá. Puede parecer que Mandy Lane es la chica perfecta, la rubia guapísima a la que nadie ha puesto nunca un dedo encima, la virgen de las nieves deseada por todos, pero tiene un sólo defecto: es la protagonista de esta película.All the boys love Mandy Lane bebe de los slashers setenteros al estilo de La matanza de Texas con el regustillo teenager que suelen tener las películas de este género. Es un filme tan previsible en su comienzo como desconcertante en su desenlace y con unos personajes estereotipados hasta la saciedad que no se salvan ni por la actuación de unos actores que dejan mucho que desear. El reparto - de risa - está encabezado por Mandy Lane (Amber Heard), protagonista de la escapada al campo que hacen un grupo de amigos del instituto después de la muerte de uno de los guapetes pretendientes de Mandy Lane, quien muere al tirarse de un tejado para intentar impresionar a la rubia en cuestión empujado a ello por Emmet, el mejor amigo de la chica. Debido a este desgraciado acontecimiento, todos están super ofuscados y estresados y deciden marcharse un fin de semana al campo para alejarse del loser de turno que intenta recuperar la amistad de Mandy Lane mientras ella pasa olímpicamente porque tiene los humos subidos to the max. Con el pretexto de acostarse todos con todas y pegarse un festival de drogas y alcohol más grande que el de una rave en los Monegros, Mandy Lane y sus amiguitos se retiran al campo sin saber que van a pasar un calvario en lo que parecía ser un apetecible retiro para resolver sus problemas hormonales, cuando se deja caer por allí un asesino dispuesto a cargáserlos uno a uno.

Jonathan Levine es el artífice de este quiero y no puedo, un director que tras varios cortometrajes debuta con esta película como su primer largo, y no con demasiado éxito. Con un guión completamente aburrido y una historia insustancial, Levine no consigue provocar en el espectador ni un ápice de tensión, intriga o divertimento, y del terror ya ni hablamos. All the boys love Mandy Lane se queda en un proyecto aburrido que sólo cuenta con algunos efectos de cámara destacables, una fotografía notable a cargo de Darren Genet y una banda sonora que desaprovecha hits como Our Lips Are Sealed de las Go Go's o Sealed With A Kiss de Bobby Vinton.
Alta tensión - película de la que el director ha sacado algunas ideas-, Cheerleader Camp o la saga entera de Viernes 13 podrían haber provisto la mente de Levine de ideas maravillosas y muertes salvajes que le habrían dado a esta película la posibilidad de colgarse la etiqueta de "el teen-slasher del año". Jonatahn Levine tenía el cuchillo pero no lo supo manejar con la maestría de Michael Myers.

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